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jueves, 30 de abril de 2009


GENERAL GRIEVOUS





Hubo una vez en que el General Grievous, la máquina asesina cibernética y supremo comandante de la armada droide ni siquiera existía. En lugar de esto, existía un brillante pero barbáro ser conocido como Qymaen jai Sheelal. Este nació en el planeta Kalee, una tierra azotada por la llamada “Guerra Huk”, en referencia al planeta del cual provenían sus enemigos los insectoides Yam’rii (que se les conoce también como Huks). Estos habían invadido una serie de planetas utilizando su avanzada tecnología, más con los Kaleesh tuvieron problemas. A pesar de que inicialmente dominaron a los nativos del planeta, para utilizarlos y comerciar con ellos, como esclavos (que era el único fin de la invasión Huk); esto no duró mucho. Se formó una resistencia y la guerra se desató. Fue en ese ambiente hostil donde Qymaen creció.

Su odio por los Huks creció cada vez más. Cuando era un niño, su padre le regaló un rifle que aprendió a manejar con gran destreza y precisión. A la edad de 8 años ya era un gran francotirador, habiendo matado a más de 40 Yam’riis. Ya a la edad de 22 años, las víctimas de Sheelal se contaban por cientos y muchos de los de su pueblo lo consideraban casi un semidiós.

Sheelal tenía una cercana camarada de armas, llamada Ronderu lij Kuumar; una Kaleesh con gran dominio de los sables. Ambos guerreros poseían máscaras hechas con los cráneos de los más temidos animales salvajes del planeta. Sheelal poseía una máscara hecha del cráneo de un mumuu que había heredado de su padre; esta tenía pintas de sangre obtenida en grandes campañas. Fue Kuumar quien introdujo en el arte de la esgrima a Sheelal, haciéndolo un gran duelista. Muchos consideraban la relación de ambos como la de hermanos, otros consideraban que ambos eran amantes; pero todos les respetaban y temían. Juntos parecían invencibles.

Fue entonces cuando un día, durante una batalla en las playas de Kalee, Ronderu caería asesinada por los Yam’rii en los mares de Jenuwaa. Qymaen desconsolado rogó a sus dioses en la isla de Abesmi que el mar le devuelva a su compañera y poder verla por última vez. Los dioses no escucharon sus súplicas. Este quiso ocultar su pena, tomando 10 esposas y teniendo 30 hijos de ambos sexos. Resignado, pensó que este era su destino y cambió su nombre al de Grievous.




Grievous, presa del destino

Grievous, alimentado por el odio se convirtió en el más salvaje Señor de la Guerra conocido en la historia de Kalee. Entrenó a bravos guerreros a los que denominó su élite. Juntos masacraron a los Huk desterrándolos del planeta. Pero todo no quedaría ahí, la sed de venganza del señor de la guerra persiguió a los Yam’rii hasta sus colonias, tomando sus planetas uno a uno con gran salvajismo y sin importar si los blancos eran civiles o militares. Estos llegaron hasta el planeta Tovarski, antes de que fueran detenidos.


Los Yam’rii coludidos pidieron al Senado Galáctico que interceda y actúe a su favor. La República envió un equipo Jedi liderado por los Maestros T’chooka D’oon y Jmaar. Estos actuaron bajo presión a favor de los Yam’rii, haciendo que a Kalee se le impongan sanciones y se le obligue a su gente a realizar reparaciones sobre lo destruido. Además de esto, forzaron a los Kaleesh a retornar las colonias conquistadas. Así acabó la Guerra Huk y Grievous indignado y resignado tuvo que volver a su planeta natal con su familia. Pero para él llevar una vida pacífica diferente a lo acostumbrado siempre sería un problema.

Los efectos de la intervención de la República fueron devastadores para Kalee, que se encontraba económicamente azotado. El odio hacia la República Galáctica y especialmente hacia sus lacayos los Jedi, creció en Grievous. Este vio como sus mujeres morían de hambruna y sus hijos eran secuestrados para ser sometidos a los peores actos de depravación.

Es entonces, cuando el récord como guerrero de Grievous atrajo al cabeza del Clan Bancario Intergalactico, San Hill. Este conspiró para obtener los servicios de Grievous como agente intimidatorio para cobros. A cambio, el Clan Bancario pagaría parte de la deuda impuesta a Kalee. Grievous en vista de la crítica situación accedió, pero le desagradaba la idea de servir a la mega corporación y nunca perdió la idea de volver a entablar otro conflicto, para recuperar lo que consideraba suyo.

Como el Clan Bancario no estaba dispuesto a contratar a sus guerreros Kaleesh, Grievous demandó droides de batalla más inteligentes para servirle en sus labores como agente del Clan Bancario. Fue así que (con el beneplácito del Conde Dooku), comenzó la producción de los Magna Droides IG-100. En vista de la efectividad de Grievous, Hill también le propuso aliviar el déficit comercial en Kalee y reestablecer el comercio con otros planetas. Pero Grievous no soportaba más ver a su planeta siendo vandalizado por los Yam’rii y una República cruzada de brazos por la burocracia. Entonces un día abandonó su contrato y se dirigió a su planeta a acabar definitivamente con el abuso a su manera.

San Hill, no esperaba tal reacción del Kaleesh. ¡Traición!, fue lo primero que pensó e inmediatamente quiso acabar con la vida de Grievous; pero si este quedaba vivo se vengaría de alguna manera. Otra solución más despiadada confabularía con Poggle el Menor, archiduque de los Geonosianos, para mantener al guerrero de su lado. El Conde Dooku también formaba parte del plan. Antes de que Grievous partiera de su nave junto a sus guerreros Kaleesh, para reiniciar la Guerra Huk, su nave fue saboteada colocando una bomba dentro. Cuando sobrevolaban el mar de Jenuwaa, Grievous fue remotamente eyectado de su asiento en el momento de la explosión.

Grievous fue rescatado de las aguas turbulentas en shock y con hemorragias múltiples. Fue entonces cuando el Conde Dooku, utilizando sus rayos Sith, evitó que al guerrero se le pare el corazón y lo mantuvo vivo hasta que los Magna Droides pudieron llevarlo a una lanzaderan donde fue atendido por droides médicos FX.

Tras el ataque, Grievous soñó que se reunía con sus dioses y espíritus ancestrales, hasta que despertó bruscamente. De pronto, se vio rodeado de droides médicos y flotando dentro de un Tanque de Bacta. Fue entonces cuando Hill le ofreció una nueva proposición; una que haría explotar todos sus talentos como guerrero. Le ofreció liderar la más grande armada droide existente hasta el momento, permitiéndole actuar de la manera que él desease en Kalee. Pero todo esto tendría un precio, debía convertirse en un cyborg. Cada rezago de vida orgánica se vería complementado por partes robóticas. Grievous solo quería morir, pero cuando Hill trajo a sus esposas e hijos sobrevivientes frente a él, el ahora General accedió. Solo pidió algo, que sus ojos se conservasen intactos.




El nacimiento de la máquina de guerra

El proceso de transformación empezó. El nuevo chasis de Grievous estaba hecho de armo-plástico cerámico y duranium, lo que le permitía ser inmune hasta de disparos de cazas estelares sin inmutarse. Sus manos estaban dotadas de seis dedos cada una y sus brazos podían desplegarse en otro más por brazo; con funciones motrices independientes, que le permitían maniobrar cualquier tipo de arma. Por sus brazos y piernas corrían conductos capilares electrificados, los cuales le permitían inmovilizar a sus víctimas a voluntad, emanando descargas eléctricas controladas. Sus pies poseían talones magnetizados que además de sus dedos tipo garra, le permitían movilizarse en cualquier superficie sin importar el grado de inclinación. Sus órganos internos fueron colocados dentro de un presurizado saco sintético que estaba protegido por su pecho de duranium.

Cuando Grievous renació, se le atavió de una máscara genérica para cubrir su rostro, la cual le daba un aspecto robótico. Haciendo notoria su característica vanidad, Grievous propuso y dispuso modificaciones personales a su apariencia. Creó una nueva máscara de armo-plástico muy similar a la que tenía anteriormente y además confeccionó una gran capa, también muy similar a la que utilizaba en la Guerra Huk. Así también se aseguró que su “elite” los Magna Droides, utilicen una capa con el símbolo de guerra del mumuu impreso.

La debilitante transformación requirió que Grievous se recuperara por espacio de meses; durante ese tiempo aparte de proveerle de todos los adelantos tecnológicos mencionados, se le hicieron transfusiones de sangre rica en midiclorianos, del cuerpo del Maestro Jedi Sifo-Dyas, quien se mantenía congelado por Dooku en un estado criogénico.

Ya con su nueva forma, una de las primeras actuaciones de Grievous fue en Geonosis, cuando estalló la primera batalla que dio lugar a las Guerras Clón. Fue el quien facilitó la huida del Consejo Separatista de las fuerzas de la República. Este mató a compañías de Clone Troopers completas y a su vez a varios Jedi, utilizando sus garras metálicas. Grievous no dejó a nadie vivo y comenzó su ritual de coleccionar sables de luz como trofeos de guerra.

El Conde Dooku quedó impresionado con la performance del General, así que decidió entrenarlo. Fue entonces que le dio el sable de luz del Maestro Sifo-Dyas. Grievous, ya era un buen duelista desde tiempos antiguos, por lo que captó rápidamente las enseñanzas del Conde. A su vez, los Geonosianos habían hecho ciertas modificaciones a su cerebro que mejoraron su equilibrio y agitaron sus puntos de ira. Así, como era entrenado por Dooku, este también entrenaba a sus Magna Droides tal como lo hacía con sus fuerzas de élite Kaleesh en el pasado.

Luego de lo sucedido en Geonosis, era momento de probar su verdadero potencial. Grievous fue llevado a la estación espacian Trenchant donde fue puesto a prueba enfrentándose en combate a los comandantes Separatistas Durge y Asajj Ventress; para definir finalmente quien sería el comandante supremo de la armada droide Separatista. Grievous fue el vencedor y fue nombrado en el cargo. Pronto correrían noticias sobre el despiadado General alrededor de la galaxia.
La aparición del líder droide


La primera aparición de Grievous como comandante supremo de las fuerzas droides Separatistas fue durante la Batalla de Hypori, en donde dio cuenta de varios Jedi entre los cuales se encontraba el Maestro Daakman Barrek. En una acción por sobrevivir un grupo de Jedi liderados por el Maestro Ki-Adi Mundi se ocultaron dentro de un destructor de la República caído. El General Grievous hizo frente a seis Jedi a la vez, demostrando su asombrosa capacidad como duelista adquirida. De milagro, Shaak Ti, Aayla Secura y K’rurk sobrevivieron, junto a Ki-Adi quien fue rescatado oportunamente por un escuadrón de ARC Troopers, justo cuando Grievous se disponía a asesinarle. La colección de sables del General aumentaba cada vez más al igual que su odio por los Jedi, a quienes culpaba de la masacre en su planeta natal.

Tras los eventos en Hypori, el General comenzó su marcha sangrienta por la ruta de comercio Corelliana. Después de que el planeta Duro fue capturado, Grievous directamente amenazó a la República hablando a través de la HoloNet de la Confederación que estaba conectada a la HoloNet principal de la República. Como parte de la presentación, Grievous forzó a Hoolidan Keggle a firmar su rendición oficial, dándoles control a los Separatistas del planeta Duro.



El estratega separatista

La guerra llevaría al General a verse envuelto en una serie de eventos al mando de la flota separatista, logrando sendos triunfos en pro de la consolidación del movimiento de Dooku en los territorios del Borde Exterior. En aquella época el General droide mostraría toda su experiencia como combatiente y líder y a su vez, tendría sus primeros enfrentamientos contra los afamados Jedi: Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi, quienes lo seguirían hasta el último de sus días. Por esta época Grievous estaría al mando de uno de los más ambiciosos proyectos separatistas, el Malevolencia.

El Malevolencia era una súper nave de guerra separatista, la cual contaba con un poderoso cañón de iones capaz de acabar con la energía de un conjunto de naves de guerra republicanas de un solo disparo. El camino del terror del Malevolencia, liderado por Grievous, acabó con alrededor de doce grupos de flotillas republicanas, sin dejar rastro alguno ni sobrevivientes. La República estaba atada de manos, ya que ni siquiera sabía a qué se estaba enfrentando. El poder del Malevolencia radicaba en la estrategia planteada por el General de atacar y desaparecer. Todo iría tal cual lo planeado hasta que el Malevolencia se enfrentaría al Triunfante liderado por el Maestro Jedi Plo Koon en el sistema Abregado. Como era de esperarse, el ataque del Malevolencia fue fructífero, acabando sin problemas con las naves de la República; pero unas cuantas cápsulas de escape del Triunfante, pudieron huir antes que la nave estallase. Dentro de una de ellas se encontraba Koon. Por orden expresa del Conde Dooku que se encontraba supervisando el poderío de la nueva súper arma separatista, Grievous ordenaría la búsqueda y eliminación de supervivientes. Para mala suerte del General, la astucia de Koon y sus soldados clones, junto con la ayuda de Anakin Skywalker y su padawan Ahsoka Tano, quienes llegaron a bordo del Twilight a las inmediaciones de Abregado, le permitieron al Maestro Jedi huir con los datos necesarios para que la República realizase un ataque sobre su súper arma. Dooku estaría muy disgustado con el General por su fracaso.

A pesar de ello, Grievous continuaría su camino de sangre atacando ahora a inofensivas fragatas médicas en su trayecto hacia el Medicentro Kaliida Shoals, una estación de asistencia médica en donde se atendía alrededor de 60 000 soldados clones heridos. Pero esta vez no sería del todo fácil para el General separatista. Con los datos obtenidos en el encuentro de Abregado, Anakin Skywalker junto al Escuadrón Sombra habían diseñado un temerario plan para detener al Malevolencia. Utilizando los nuevos y veloces cazas estelares Y-wing, se abrirían paso hasta la torre de mando para acabar con la nave y con el General de una vez por todas. Grievous inicialmente enviaría a sus cazas droides a defender la nave, de los Y-Wing tras haber derribado unas cuantas fragatas médicas. Skywalker había subestimado el poderío del Malevolencia y sus poderosas baterías de turboláseres, por lo que los miembros de su escuadrón caían uno a uno. Grievous se sentía confiado del triunfo y ordenó que preparasen el cañón de iones para que ser disparado contra la estación médica. Mientras este cargaba, Anakin cambió de planes, escuchando el consejo de Ahsoka y de Koon quien también estaba a bordo de la misión como escolta. Así pues los pequeños cazas arremetieron contra el cañón, sobrecargándolo al momento del disparo y evitando que la estación médica fuese destruida. Grievous estaba furioso, por primera vez habían podido detener el ataque de su nave insignia. De pronto Obi-Wan Kenobi a bordo de El Negociador, junto a dos naves de guerra más llegaría para arremeter con toda su artillería contra la nave de Grievous. El hiperpropulsor del Malevolencia no funcionaba, lo que evitaba que pudiese huir, aparte, el sistema de armas estaba severamente dañado y densas humaredas emergían desde el casco posterior de la nave. Sin más opción y buscando refuerzos, el General ordenaría la retirada.

Pero los Jedis Kenobi y Skywalker se internarían en la nave, junto a R2, rescatando a C-3PO y a Padmé. En el camino Obi Wan Kenobi tendría un fugaz encuentro con Grievous, del cual el Jedi huiría, mientras que por otro lado Anakin manipulearía los controles de la nave mientras los droides reparaban el hiperpropulsor. Durante la huida del Twilight, Grievous a bordo del Desalmado Uno perseguiría, a los de la República pero sin conseguir resultado alguno. El Malevolencia colisionaría contra la luna, a causa de las manipulaciones de Anakin, destruyéndose finalmente. A pesar de ello, el General droide escaparía.

Grievous lograría reagrupar nuevamente una flotilla separatista. Esta vez su objetivo ya no sería ningún centro médico, sino el propio planeta Kamino. Enviando a Asajj Ventress previamente al planeta para que se infiltrase, Grievous esperaba tomar por sorpresa a las fuerzas de la República. Así pues el General de armada droide envió a los nuevos comandos droide a tomar la estación de comunicaciones de la luna Rishi, punto que alertaba al sistema Kamino sobre cualquier tentativa de ataque. Los comandos inicialmente tomaron la estación, evitando que la República fuese alertada, pero la llegada del Comandante Cody junto al Capitán Rex cambiarían las cosas. Los clones sobrevivientes al ataque de los droides de Grievous, junto a Cody y Rex, retomarían la estación y la destruirían. Alertadas las fuerzas de la República llegarían a la órbita de Rishi, haciendo huir a Grievous y sus droides quienes se vieron superados por las poderosas naves de guerra republicanas.

A pesar de su fallido intento por tomar Kamino, Grievous había logrado una exitosa campaña en el Borde Exterior, tomando una serie de sistemas y logrando sendas victorias sobre la República. Así pues el General droide llegaría hasta el planeta Bothawui, en donde Anakin Skywalker, acompañado de su padawan Ahsoka Tano, lideraba una escuadra de tres naves de guerra republicanas, ocultos por el anillo de asteroides del planeta. Grievous llegaría con su flotilla de naves de guerra clase-Munificiente, para tomar el planeta. A pesar de las advertencias de Obi-Wan Kenobi y a pesar de estar superado numéricamente, Anakin estaba determinado a hacerle frente a Grievous. El Jedi tenía un plan para acabar con las poderosas naves separatistas y Grievous caería en la trampa. El General se internaría en el cúmulo de asteroides avanzando directamente hasta las naves de la República, las cuales le hacían frente enviando al Escuadrón Dorado liderado por el propio Skywalker.

Grievous estaba confiadísimo en acabar fácilmente con las defensas desplegadas por la República, pero grande fue la sorpresa del General cuando fue atacado por detrás por un grupo de AT-TE ubicados en una gran roca. Al haber dirigido toda la potencia de los escudos de las naves hacia la proa, la parte posterior se vio desprotegida y de pronto se encontraron en gran desventaja y en medio del fuego cruzado. Las naves separatistas fueron cayendo una a una. Grievous consciente del peligro de la situación, abordó el Desalmado Uno huyendo de su nave insignia. Anakin Skywalker que se encontraba aún a bordo de su caza estelar se dio cuenta de la presencia del kaleesh y comenzó a perseguirlo. Un desperfecto en la nave de Skywalker, evitaría que el Jedi alcanzara al separatista. A pesar de perder la batalla, aquel hecho resultaría favorable para el General ya que el droide astromecánico de Anakin, R2-D2, se perdería en la batalla siendo capturado por el traficante trandoshano conocido como Gha Nachkt. El avaricioso Nachkt, no demoraría mucho en contactarse con Grievous para ofrecerle al pequeño droide y todos los secretos que este llevaba dentro de sí. Grievous accedería a negociar, estableciendo como punto de encuentro la Estación Skytop, que se encontraba sobre la órbita de Ruusan.




Una mente retorcida

En su camino de muerte, Grievous mató aproximadamente a 100 Jedis personalmente, incluyendo aquellos que impidieron que los Kaleesh finalmente destruyeran a los Yam’rii en la colonia Huk de Tovarski. El Maestro T’chooka D’oon llamado por Grievous "El Ejecutor de Kalee", fue conducido a una trampa en el mundo de Vandos y cortado en pedazos; mientras que el Maestro Jmmaar fue asesinado también en el mismo planeta cuando trataba de rescatar al embajador de la República Quiyyen. Grievous también retornó a las llanuras de ese planeta, comandando su armada droide para acabar lo que había comenzado. Literalmente dejó a la población Yam’rii rostizada. Se pensó que con esto el General calmaría sus demonios internos, pero al parecer su enfermiza determinación de venganza lo había llevado a otros límites. Este buscaba probar su capacidad como soldado, que solo fueron satisfechas cuando se enfrentó al "Caballero de Acero" Jedi en el planeta Xagobah.

Durante las Guerras Clón, Grievous siempre fomentó la realización de cyber-experimentos, tal como se había hecho con él. Estaba seguro que esto le daría un poder imparable a la causa Separatista y por ende a su ejército. Fue entonces cuando capturó al Clan de Padawans Bergruutfa, después de matar a su Maestro, el abyssin Quarmall. Dos años, después de la batalla de Geonosis, Grievous atacó el planeta Gentes, con la intención de esclavizar a su población, los Ugnaughts, pero de pronto cambió de parecer y comenzó a asesinar a las que consideraba unas "miserables criaturas". Pronto vio que sus fundiciones podían ser adaptadas para otros propósitos. Respaldadas por la Federación de Comercio, las fundiciones de Gentes comenzaron a fabricar droides de batalla, tanto como cuerpos de duranium similares a los de Grievous. El General intentaba replicar el procedimiento cibernético que había sido utilizado en él, y replicarlo en los aprendices sensibles a la Fuerza capturados. Pero sus esfuerzos se verían mermados gracias a la intervención de los desertores Jedi B’dard Tone y Flynn Kybo.

Grievous también participó en los eventos de Boz Pity, cuando un grupo de algunos de los mejores Jedi atacó la base Separatista en el planeta cementerio (33 meses después de la batalla de Geonosis). Cuando los maestros Gallia y Bayts se dispusieron a ingresar a la base de los Separatistas, fue el General quien les hizo frente. No tuvo problemas en acabar con Bayts y con Adi Gallia a quienes asesinó despiadadamente, hasta que hizo frente a un Jedi del tipo que nunca se había enfrentado, Mace Windu. Justo cuando se disponían a enfrentarse, una nave bombardea a Grievous dejándolo fuera de acción. Luego sería rescatado por sus Magna Droides escapando del planeta junto al Conde Dooku.

Ya recuperado, Grievous viajó al planeta Neelvan, el cual había centrado la atención del líder de la Tecno Unión, Wat Tambor. El General pronto observó similitudes en el ámbito espiritual entre los guerreros Neelvan y su gente de Kaleesh. Fue entonces en un retorcido acto de compasión, que Grievous intentó hacer a estos guerreros su nueva élite. Engañó a los guerreros de las tribus, haciéndoles creer que era una figura profética de la mitología Neelvan. Los guerreros fueron capturados y fueron mutados por los científicos de combate Skakoanos utilizando dispositivos microelécticos para convertirlos en cyborgs. Una vez más los abominables planes de Grievous fueron saboteados, esta vez por Anakin Skywalker.




Firmando su sentencia de muerte

EGeneral Grievous se consideraba invencible, siendo cegado por los Sith que lo utilizaban como una herramienta más. Pero los días finales de las guerras clón le trajeron solo desilusión al cyborg. Grievous orquestó un ataque al corazón de la República, Coruscant. Su nave insignia, la Mano Invisible, lideró una impresionante flota de máquinas de guerra hacia la capital de la Galaxia. Una gran batalla se desencadenó entonces. El Supremo Comandante de la armada droide se las arregló para secuestrar al Canciller Supremo Palpatine a pesar de la resistencia que ofreció un grupo de Jedis liderados por la maestra Shaak Ti. Finalmente l secuestró a Palpatin, ayudado por sus magna droides, mientras la batalla terrestre se desarrollaba por otro lado de la ciudad. Asesinando a los Jedi Rorron Corrob y Foul Moudama, dejó viva a la Maestra T, como testigo viviente de sus actos. Grievous no tomó en cuenta que Mace Windu estaba cerca, así que justo antes de huir del planeta, utilizando la Fuerza, el Maestro quebró el torso de duranium del General, lacerando sus pulmones (motivo por el cual vemos esa asfixiante tos en el cyborg). A pesar de todo, logró escapar de pie, fuera de órbita.

Escapando con su valioso rehén, Grievous estaba determinado a salir victorioso y esperaba solo adicionar los sables de luz de los más famosos guerreros Jedi, Anakin Skywalker y Obi-Wan Kenobi a su colección.

Skywalker y Kenobi se infiltraron en la Mano Invisible, y lograron liberar al cautivo Canciller, matando en la misión finalmente al Conde Dooku. Pero el equipo de rescate fue atrapado por las fuerzas droides de Grievous y llevados hasta su presencia. En el puente del crucero estelar valiéndose de su uso de la Fuerza y de su droide astromecánico R2-D2, los Jedi lucharon contra los guardaespaldas de Grievous antes de poder atacar al General. Esto le dio tiempo a Grievous para lanzar un electrobastón a la ventana panorámica y escapar por fuera de la nave con sus patas prensiles. Grievous caminó alrededor del casco de la nave para escapar en un pod.

Grievous abandonó Coruscant para reunirse con el Consejo Separatista en sus instalaciones secretas en Utapau. Ahí, recibió una transmisión de Darth Sidious, la mente maestra detrás de las guerras clón. Sidious le ordenó llevar al Consejo a Mustafar y no preocuparse por la pérdida de Dooku. Sidious esperaba a un nuevo aprendiz, más joven y más poderoso que Darth Tyranus.




Ordenando al Consejo a trasladarse a Mustafar, Grievous se quedó en Utapau. Una fuerza de reconocimiento de la República liderada por el General Obi-Wan Kenobi aterrizó en el planeta con el fin de someter a Grievous a la justicia. Kenobi se enfrentó a Grievous y ambos entablaron un duelo de sables de luz. Grievous había recibido, como antes se mencionó, entrenamiento de parte del Conde Dooku, por lo que comenzó su ataque dotado de cuatro sables de luz y extendiendo sus cuatro extremidades amenazante. Kenobi, no se inmutó y cortó algunas de las extremidades del cyborg, además de empujar hacia atrás al General utilizando la Fuerza. Desarmado, Grievous abordó su vehículo de escape, una moto rueda, y huyó a través de las avenidas de Utapau. Kenobi le dio persecución, montado en un lagarto llamado Boga. El Jedi fue capaz de abordar sobre la marcha el vehículo del General y después de entablar una lucha cuerpo a cuerpo, el vehículo saldría despedido por uno de los abismos de la ciudad foso.




Los dos llegaron a la plataforma de aterrizaje secreta de Grievous, en donde estaba su caza estelar personal. El tenaz Kenobi siguió luchando contra Grievous a pesar de que había perdido su sable de luz en la persecución. La pelea se llevó a la lucha cuerpo a cuerpo, en las cuales el poderoso Grievous parecía mostrar ventaja. Grievous arrojó a Kenobi hacia un lado, arrojándolo fuera de la plataforma. El Jedi se sujetó al borde de la plataforma con una sola mano. Utilizando la Fuerza, el Jedi cogió la pistola bláster que se le había caído al General durante el enfrentamiento. Mientras Grievous se acercó para dar el golpe de gracia, Kenobi abrió fuego con el bláster. Los disparos cayeron en el descubierto pecho de Grievous abierto previamente por el Jedi durante el enfrentamiento, haciendo ignición en sus órganos vitales, los cuales estallaron lanzando ráfagas de fuego por los orificios oculares de su casco. El cuerpo artificial de Grievous colapsó en la plataforma de aterrizaje de Utapau, con el odio y sed de venganza presentes. Así, Grievous tuvo la muerte que debió tener cuando perdió su alma aquel día que cayó al mar de Jenuwaa.




Ficha
Afiliación Confederación de Sistemas Independientes
Origen Kalee
Especie / Genero Kaleesh / Masculino
Altura 2.16 metros
Armas Rifle Blaster, Sable de Luz, Electrobastón, Pistola Blaster
Transporte Moto Rueda, el Desalmado Uno, la Mano Invisible
Apariciones Episodio III






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